miércoles, 16 de enero de 2019

Las "presiones" que Nueva Inglaterra no puede olvidar

Fuente: USA Today

Por Diego Du Pont.- (@diegumdupont)

Enero 18, año 2015. Gillette Stadium, Foxborough, Norfolk, Massachusetts. Los New England Patriots recibían aquel día a los Indianapolis Colts por la clasificación al Super Bowl XLIX en Glendale, Arizona. Muchos de los que seguimos los partidos de aquel domingo que llevaban al juego decisivo, nos quedamos maravillados de lo acontecido en Seattle y la remontada en el último cuarto de los Seahawks para quedarse con el título de la NFC en tiempo extra ante Green Bay por 28-22. Aún faltaba el partido de la tarde-noche por la conferencia de la AFC. Para gran parte de la afición, quieran o no, Nueva Inglaterra era el candidato para llevarse el duelo aquella noche.

El primer periodo para el equipo de los Pats fue una especie de entrenamiento. Dos touchdowns claros, y todo andaba bien. No obstante, en el segundo periodo ocurre algo extraño: D’Qwell Jackson, linebacker de los Colts, intercepta un balón lanzado por Tom Brady cerca a su propia red zone. Lo sintió un poco menos inflado de lo normal, aunque no dijo nada hasta finalizado el encuentro. Sin embargo, hacia el medio tiempo, los árbitros revisaron 11 de los 12 balones utilizados para el encuentro y se dieron con la sorpresa que los balones estaban inflados con dos libras por cuadrado menos de lo normal. Ahora, si buscaban alguna solución para el problema, estaban complicados: Los Pats ganaban por una diferencia considerable de 17-7 hacia el medio tiempo.

Los Pats ganarían aquel duelo por 45-7, y avanzaron al Super Bowl, en donde ganaron a los Seahawks 28-24 en un gran último periodo comandado por Brady a Gronkowski, aunque esa es otra historia. La historia que les he contado en los primeros dos párrafos es el ya famoso Deflategate. Lamentablemente, después de casi cuatro años, los fantasmas de aquella “presión” vuelve a rondar por Nueva Inglaterra. Uno de los árbitros de aquel duelo, y el encargado en revisar el pesaje exacto de aquellos balones será el árbitro principal del duelo entre Patriots y Kansas City. ¿Qué pasa por la mente de la Liga en desear de vuelta, y además, arbitrar uno de los partidos más importantes antes del Super Domingo?

Nadie está negando la calidad arbitral de Clete Blakeman, pero tampoco no podemos hacernos como que “nada pasó aquí”. Sí, Tom Brady fue castigado cuatro semanas sin jugar la liga luego del Deflategate, pero hay algo aquí: La liga ya no puede prestarse más para posibles “rumores” que puedan traer estos sucesos. Por otro lado, ninguno de los árbitros principales del otro infame Tuck Rule en el 2002 volvió a un partido como principal, cuando la regla para muchos fue bien aplicada. No sé si la Liga está haciendo bien en colocar como principal a Blakeman, pero este partido no va a pasar desapercibido en materia arbitral, luego que muchos árbitros se hayan equivocado estas últimas semanas de postemporada de manera repetitiva.