miércoles, 6 de septiembre de 2017

Fuente: Conmebol
Por Diego Du Pont (@diegumdupont).-

Deseo iniciar recordando, cual la Ética Nicomáquea (conocida también como Ética a Nicómaco) de Aristóteles que este texto (que no reconozco hasta ahora en qué se puede encajar esto) se encuentra escrito con la parte irracional del alma, dominada por los deseos y las emociones, aunque parezca que esté escrita por la parte racional de la misma.

Exactamente vamos 35 años al cual el sufrimiento y el uso de la calculadora fuera de las clases de matemática y estadística, o para las cuentas del presupuesto del hogar. Desde aquella eliminación de la "generación dorada" en las clasificatorias rumbo a México 86' por manos de la selección de Argentina y con gol de Ricardo Gareca; esta selección blanquirroja estuvo a punto de gritar "mundialistas" en las clasificatorias rumbo a Francia 98', donde aquella selección de Juan Carlos Oblitas se quedó fuera del mundial por diferencia de goles y el infortunio que aquella eliminatoria no tuviera la zona de la repesca, o comúnmente decimos en Perú: "El bendito repechaje". Lo que aconteció este cinco de setiembre fue olvidarnos un rato de ello, el de juntarnos todos frente a un televisor, tablet, computadora, laptop, celular o cualquier pantalla que refleje la búsqueda de el sueño dormido de 35 años, aquel sueño en la que niños, jóvenes y adultos buscan gritar las tres palabras sagradas y escuchar su himno en alguna de las sedes de la lejana Rusia, sin importar que nos eliminen en primera ronda, o que Alemania y España nos toque en nuestro grupo. 

Aristóteles habla de aquel bien supremo, que superpone a los demás bienes que están en la tierra, ya que nos permite llegar a lograr la Eudaimonía. Muchos esperamos aquel momento en el que los treinta millones de peruanos (y el resultado exacto que marque el bendito censo de este año) se sientan unidos y logremos la Eudaimonía será con esa clasificación al mundial. Lo vivido esta tarde es aquel bien que nos está permitiendo lograr ese fin supremo. Aquella selección que jugó con convicción, una convicción que no habíamos visto en años. Sabían que la necesidad de sumar puntos en Quito, lugar donde nunca Perú sumó en la historia, era importante para lograr ese sueño dormido. Perú aguantó, presionó, buscó y anotó. Se sufrió, sí, ¿Por qué no negarlo? cuando Ecuador marca ese gol del descuento. Sin embargo el equipo que vimos aquella tarde en el Atahualpa y hemos visto a lo largo de este proceso nunca bajó la guardia. Quedó con diez y siguió aguantando el balón defendiendo, como muchos decían, como si fuera su vida. Tanto los 23 convocados, como los hinchas de aquella tribuna norte del Atahualpa de Quito y los millones de peruanos en el país se creyeron ese sentimiento. Se creyeron que estábamos ganando a Ecuador por primera vez en la historia del fútbol en su casa y con esa victoria nos colábamos a la zona de clasificación, esa zona que desde hace veinte años, nunca la vimos tan cerca como ahora.

Es ahora en la que todos nos vamos por primera vez a la cama, de manera mucho más firme, con la búsqueda de soñar con jugar en Rusia. Aquel 2-1 ha unido en un mismo sueño a 30 millones de personas. No importa si eres "cholo", "negro", "blanco" o "pituco", este es el momento en el que aquellas divisiones sociales, problemas, injusticias y todo lo que aqueja a esta sociedad peruana se olvida. Sí, solo por un momento, pero ese momento nos dice que todos tenemos el mismo sueño; y si por ahí, hay el anti-patriota que decía "¡Qué va a ganar Perú!, ¡Estamos eliminados!, Es masoquismo ver la selección!", hoy al menos se unió a esos festejos, a esos festejos que muy pocas veces hemos visto como las bocinadas en las calles, se colocaron al menos una bandera a la espalda sin que esté fuera de su país o fuera de fiestas patrias o gritaron desesperadamente al pitazo final del árbitro al final de esos cinco minutos de tensión por el tiempo añadido. 

Muchos dirán en esta sociedad muy religiosa que la oportunidad del mundial será por los santos: lo de esta fecha doble por Santa Rosa y si se logra en la posible fecha doble final, por el Señor de los Milagros. Perú, hoy, está en un sueño que no deseamos despertar, solo buscamos despertar ese sueño dormido por 35 años; de vivir esa emoción de la previa, el partido y las emociones que te deja enfrentarte a uno de los mejores 32 del mundo. Un proceso de tres años que sembró una expectativa y que todos deseamos recoger el próximo año esa cosecha. Hoy fue un día mágico para Perú. Mañana todos despertaremos y el primer pensamiento que se nos venga a la mente será: "Estamos en zona mundialista y no es un sueño". Solo esperamos que aproximadamente en un mes sea "Yo viviré la emoción de ver a mi país en un mundial".

viernes, 1 de septiembre de 2017

La selección peruana no ha tenido buen año, sin obtener grandes resultados este año (Foto: ITEA)
Por Diego Du Pont (@diegumdupont):


El voleibol es uno de los deportes más importantes en el Perú junto al fútbol; pero a diferencia del balompié, el balonvolea es el único deporte colectivo en el que el país andino ha obtenido glorias importantes, tal como ser doce veces campeón sudamericano y aquella recordada medalla de plata obtenida en Seúl 88'. Sin embargo, la selección peruana ha obtenido una serie de eventos desafortunados desde el 2013 y ad portas del clasificatorio al mundial de Japón, a realizarse en Arequipa, muchos se preguntan si las "hijas del sol" podrán llegar al final del túnel y obtendrán el último boleto para Sudamérica.

Si bien, el surcoreano Man Bok Park fue uno de los mejores entrenadores de la historia peruana al conseguir la época dorada de la selección, siguiendo los pasos del japonés Akira Kato, su compatriota Sung-Jin Hong fue el hombre que marcó el inicio de resultados desafortunados para la selección peruana. En primer lugar, es claro reconocer que Perú no era el mismo del siglo pasado. "Las hijas del sol" estaban en búsqueda de reencontrarse con la gloria; empero, Hong fue el primero que nos hizo reconocer que estábamos en el túnel tras el conocido "papelón" en Argentina. Aquel día, la selección Peruana cae de manera vergonzosa por default debido a la decisión del entrenador de no enviar a las jugadoras de vuelta al campo. Perú se había quedado sin poder clasificar a un mundial de voleibol de mayores, eclipsando uno de los mejores años en la historia del voleibol juvenil, con el meritorio cuarto lugar de Perú en el mundial sub 18 de Tailandia.

Aunque se podría decir que el voleibol peruano ya estaba en picada, luego de la generación de Man Bok Park y su último campeonato sudamericano de 1993, la selección obtenía luego de años la primera no-clasificación a un campeonato mundial de voleibol tras este hecho desde los noventas (exceptuando el del 2002 debido al problema con la FIVB). Sin embargo, la generación comandada por Natalia Málaga en menores era la esperanza debido a la popularidad del mismo (el cual tuvo inclusive un reality show) y los buenos resultados obtenidos en los mundiales se esperaba retomar el camino de las chicas de Seúl. Se confió mucho en ellas debido a que al llegar a la selección de mayores, no lograron los mismos triunfos que en la selección juvenil y pasaron problemas como en la Copa Mundial del 2015, preolímpico del 2017 y en las FIVB Grand Prix del 2016-17, en donde no se logró la hazaña de buscar clasificar a las rondas finales como en el 2015. Empero, nos olvidamos de la nueva generación, la cual ha llegado este año a uno de los puntos más bajos de la historia del voleibol peruano en esta década tras ganar en el Mundial Sub 18 de Argentina solo dos partidos y en el Mundial Sub 20 uno. Finalmente en la selección mayor este año no realizó una buena campaña en el sudamericano donde terminó en un tercer lugar cayendo ante Colombia y Brasil y tiene la presión de buscar el último boleto en Octubre en casa, en Arequipa.

Conozco que muchos puedan estar en contra de los comentarios que pueda escribir en este artículo, sin embargo es momento de reconocer una serie de problemas que las "Hijas del Sol" necesitan cambiar. Comprendo a su vez que estamos en el momento de un recambio generacional, sin embargo hemos llegado muy tarde al mismo, debido a que ya dejamos de ser uno de los países escalonados en la región. Argentina y Colombia nos empezaron a pisar los talones, e incluso ya nos han pasado en términos competitivos. Esto puede ser claramente visto en la Grand Prix del siguiente año (2014), en donde Perú terminó siendo superado (en la misma división) por Argentina e incluso por países africanos, a los cuales venció en los campeonatos mundiales del 2006 y 2010.

¿Es el juego de la selección peruana el que nos ha llevado a este punto?
Podríamos decir que sí. La selección peruana llegó a un punto en el cual su estrategia se ha vuelto cansina y predecible debido al ataque por los lados opuestos del campo. Se olvidó del ataque por el centro (que volvió famosa a Gabriela Pérez del Solar bajo el mandato de Man Bok Park) y es por allí donde perdemos muchas veces las oportunidades de ganar puntos en varios partidos.  Esto se repite tanto en la antigua selección de mayores del 2013 hasta la generación de menores actual, y es un caso extraño el no tener en el equipo jugadoras que ataquen por el centro en la estrategia cuando en las academias y semilleros de voleibol la mayoría de las personas que inician practicando este deporte en la posición de ataque, inician curiosamente atacando desde el centro.

Cabe resaltar también que el Perú es uno de los pocos equipos que no tiene un bloqueo, como lo dijo Luizomar de Moura en el sudamericano del 2017 de Cali. La blanquirroja tiene un serio problema desde la formación de semilleros con este punto debido a que se presta mayor interés al ataque. Con una liga con un porcentaje de bloqueo mucho menor a otros países como Brasil, Perú tiene problemas al enfrentar en partidos internacionales al uso y al enfrentarse al mismo.

¿Se puede encontrar una solución al problema actual en Perú?
Podríamos considerar que si existe una solución al problema actual de Perú, pero más a largo que a corto plazo. Consideraría que por lo menos necesitaríamos unas 4 o 5 generaciones de juveniles (las cuales serían un ciclo de 2 años por categoría) en donde se pueda crear un nuevo juego basado en el bloqueo rival, como también del buen uso del bloqueo. Esto cambiaría considerablemente el juego nacional, ocasionando que se encuentre a la altura de equipos como Japón o China, con jugadoras (en su mayoría) con no tanta estatura, pero que tienen un buen juego sobre la net; como también del uso de atacantes por el centro.

Mientras tanto, en las medidas a corto plazo sería buscar que la selección caiga en los momentos de "lagunas", al mantener la concentración en cada momento del partido. Este problema es recurrente en la selección peruana en casos donde ha logrado tener un buen desempeño en un set, y en el siguiente termina haciendo uno de los peores en aquel partido. Ejemplos claros son tanto el duelo contra Brasil en los panamericanos de Toronto del 2015 o los duelos en el mundial de voleibol contra Serbia o Turquía, donde la selección peruana se dejó voltear la serie en duelos que estaban prácticamente resueltos.


En conclusión, la selección peruana puede estar a punto de la salida del túnel mejorando principalmente el juego constante en sus partidos, debido a que necesita cerrar los duelos ante rivales como Argentina y Colombia, los cuales podrían poner en peligro el sueño mundialista. Sin embargo, es claro notar que Perú debe mejorar principalmente tanto en bloqueo y en buscar atacar por el centro. Solo queda ver qué es lo que le depara a la selección de las "hijas del sol"