sábado, 12 de agosto de 2017

Los grandes también saben caer

Usain Bolt no pudo finalizar la carrera del 4x100m, su última en el atletismo (Imagen: Clarín)
Los reflectores volvían a Londres una semana después de la carrera de los 100 metros planos, en el marco de los mundiales de atletismo, en donde Usain Bolt cedía por centésimas su título que ostentó por años ante Justin Gatlin. Parece que el destino no quiso que Bolt, el hombre que revolucionó el atletismo por completo, se retirara con honores. Aquel sábado 12 de agosto del 2017 quedará en la retina de muchos de los que vieron la final del 4x100 metros como la caída de un grande, de alguien que hizo vivir alegrías a la pequeña isla de Jamaica, su país; y tener los focos de atención por algo más de una década, desde aquel nuevo récord mundial en los 100 metros planos en los Juegos Olímpicos de Pekín, por el 2008.

Sorprendió a todos al ganar por 9,69 segundos en los 100 metros planos con las zapatillas desamarradas y una reacción de salida de poco menos de una centésima. En aquel tiempo no pensó en la plusmarca, solo pensaba en ganar el oro y desaceleró en los últimos metros, en donde pudo haber logrado (según estudios) lograr la inimaginable marca de 9,5 segundos en un momento en el que llegó a correr solo los últimos 20 metros; no tenía competencia. Sin dudarlo, quiso imitar al "Hijo del Viento", Carl Lewis, y su récord de ganar el oro en 100 y 200 metros. Lo hizo y con otra plusmarca de 19,3 segundos el día de su cumpleaños. Aquellos Juegos Olímpicos serán recordados como el inicio de una era, la era jamaicana y la de Bolt, principalmente. El jamaicano era ahora el hombre perseguido por los reflectores en los eventos de la Diamond League y en los Campeonatos Mundiales, como la del 2009 donde bajó el récord mundial en 100 metros al 9,58 imbatible hasta ahora, y al que creo que tendrán que pasar al menos unos treinta años para que lo logren batir.

Bolt se había vuelto en una leyenda al batir su propio récord hasta 9,58 en el 2009 (Imagen: The Telegraph)

Muchos pensaron que estos récords eran a causa de algún dopaje; sin embargo, Bolt durante toda su carrera tuvo limpio su historial al arrojar en todas negativo a esta prueba. Intentó batir otras marcas probando competir en los 400 metros o en las infames postas del 4x100 metros, su talón de Aquiles como lo fue hace poco menos de una década, en Pekín, y ahora, en Londres. Las lesiones también pasaron factura por el jamaicano, las que tuvo incluso desde su juventud y lo dejó al menos tres temporadas (dos de ellas en su juventud) fuera de alguna actividad en el atletismo. A pesar de todo, Bolt se llevó ocho medallas olímpicas durante tres juegos olímpicos, y catorce en campeonatos mundiales de atletismo desde el 2009. Tras haber conseguido todos estos premios, Bolt decidió que el 2017 sería el año en el que diría adiós a este deporte, en los campeonatos mundiales de Londres.

Christian Coleman sería el primer verdugo interpuesto por el destino en la final de su carrera atlética para el "rayo de Jamaica", en las semifinales de los 100m; y finalmente tuvo que ceder su corona, la cual no la perdía desde el 2011 por aquella partida falsa, ante un Justin Gatlin que era abucheado por todo el Estadio Olímpico de Londres por su pasado por el dopaje. Ante esto, Bolt decidió cerrar con broche de oro su carrera en la final del 4x100, en la que participaba como último recibidor del testimonio. Los reflectores otra vez puestos en él; empero, el destino indomable al que uno no tiene opción de decidir por él, quiso que no terminara la carrera. A los pocos metros de recibir el testimonio, Usain sufre un dolor en la pierna. Un impertinente calambre en el muslo izquierdo hizo que el grande cayera. No aguantó el dolor y terminó en el piso dejando el testimonio en el suelo. Reino Unido ganaría la competencia; empero, a más del 60% de los fanáticos del atletismo y del deporte en general quería saber qué es lo que pasaba con Bolt. Aquel hombre que nos hizo soñar que las marcas imbatibles o las adversidades como aquellos pasadores desamarrados de Pekín se podían superar, que se podía conseguir la victoria superando los obstáculos que uno podía tener en frente estaba en el suelo de aquella pista atlética, sufriendo de dolor y siendo apoyado por sus compañeros de equipo. 

Los  grandes también saben caer, pero antes que nada, agradecemos a Bolt por todo lo que ha hecho para el mundo del deporte, y principalmente, por las enseñanzas que nos dejó para la vida. Suerte en lo que se proponga. Tal vez termine jugando fútbol como se dijo, tal vez en su Manchester United, equipo al que es hincha, o tal vez al Borussia Dortmund, donde hay rumores que juegue allí, pero siempre estará en el recuerdo de todos y por mucho tiempo el de aquél hombre que logró vencer a todos y a las plusmarcas, en aquellas pistas de nueve carriles.