sábado, 28 de octubre de 2017

22 de enero: El día de la revolución

El SuperBowl de aquel año terminó incluso siendo relegado... por la revolución de la publicidad gracias a Apple (Cinechronicle)
Todo comenzó durante el encuentro de la final del Super Bowl XVIII de 1984. El marcador andaba 28-9 a favor de los Raiders, y los Redskins deciden ir a tiempo muerto al tercer periodo. A continuación, el siguiente comercial cambiaría la historia de los comerciales (y del Super Bowl) para siempre: Hombres caminando hacia una especie de salón de proyección, mientras una mujer heroína busca callar al hombre que hablaba en la pantalla gigante mientras era perseguida, y cuando lo logra lanzando el mazo (mientras el "Gran Hermano" se exaltaba diciendo el famoso "We Shall Prevail!"), los asistentes terminan atónitos mientras en la pantalla mostraba el anuncio: "On January 24, Apple will introduce Macintosh. And you will see why 1984 won't be like "1984"". (En enero 24, Apple introducirá Macintosh. Y verás cómo 1984 no será como "1984). Apple acababa de colocar uno de los comerciales que causaría revuelo en la prensa al finalizar el encuentro y los días siguientes (siendo incluso más relevante que el partido mismo). En pocas palabras, inició la "revolución de la publicidad", terminando por cambiar incluso el sentido de los comerciales hasta ahora. Sin embargo, ¿Cómo inició la revolución?

Ahora, explicar la revolución es necesariamente explicar el origen de todo: Apple Macintosh. La empresa de Steve Jobs buscaba la manera de vender el producto luego de los grandes fracasos que había tenido en ventas con Apple Lisa. La empresa que se encargaría de dar forma a este comercial era la ya famosa Chiat/Day, bajo el mando de Lee Clow, quien en un futuro se convertiría en un gran amigo de Jobs. El tema no quedaría aquí, ya que Apple decidió contratar como director a Ridley Scott (Conocido ese tiempo por su trabajo en Blade Runner) en esta idea de vender el producto y de venderse a su vez como una marca que intentaba mostrar su juventud. Scott y su equipo se dirigirán a grabar a Londres esta idea que incluso la Chiat/Day ya manejaba desde antes de tener a Apple en su equipo. Los extras serían varios skinheads de la zona, y la heroína de este trabajo sería Anja Mayor, una atleta de aquellos tiempos (no tan lejanos).

Tras la realización del comercial, a la junta de Apple dirigida por John Sculley no le cuadró la idea (e incluso se quedaron "aterrados" al mismo), al considerar que el comercial no revela nada del producto y que estaba fuera de sí, debido a que no había un comercial de la época que se asemeje a ella. Apple decidió dejar en manos de Jobs y Wozniak emitir o no el episodio en los dos espacios publicitarios (uno de 30'' y otro de 1') que habían comprado en el Super Bowl. Decidieron vender el espacio de 30 segundos y se quedaron con el de un minuto, que se emitiría en el primer tiempo muerto del tercer periodo, al pagar entre los dos los 800 mil dólares que costaba el anuncio en la CBS. Sin embargo, antes de emitirlo en el Super Bowl, decidieron emitirlo el 31 de Diciembre de 1983 antes de la media noche en una televisora local de Idaho, con el fin de participar en los concursos publicitarios el año siguiente. La curiosidad es que el operador de la TV al finalizar el comercial, termina por llamar a la agencia, preguntando qué era lo que había visto minutos atrás. 

"1984" terminó por mostrarse en televisión durante el partido del Super Bowl XVIII ante más de 98 millones de personas. La prensa habló más sobre el comercial que el partido, TV Guide y Advertising Age alabaron a "1984" como el mejor comercial de todos los tiempos, y el comercial terminó dando un éxito rotundo a la empresa. Apple a los dos días del partido (24 de enero), presenta Apple Macintosh con bombos y platillos, vendiendo más de 72 mil ordenadores a los 100 días (siendo su meta 50 mil) y teniendo grandes colas a las afueras de las tiendas de ordenadores. Si bien Apple logró su objetivo, revolucionó la publicidad al demostrar que no es necesario "vender" de manera directa el producto para lograr captar al público objetivo, y cambió la forma de ver el Super Bowl, debido a que al año siguiente, las demás empresas intentaron imitar con comerciales que parecían extractos de película el éxito obtenido por Apple, el cual se quedó atrás y realizó uno de los comerciales que menos ha pegado en la marca de Cupertino. Sin embargo, la tradición impuesta desde "1984" en 1984, nos demostró que al final el mundo no terminó como la novela de Orwell, sino que logró revolucionar la forma en la que la publicidad tiene que vender en los medios (desde ese tiempo)... hasta la actualidad, sobreviviendo esta forma de promocionar a la ya famosa "Crisis de Marlboro", ocurrida 9 años después de la emisión nacional en Estados Unidos de aquel comercial.